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Los faros principales de un coche se sitúan en la parte delantera. Es la parte fundamental del sistema de iluminación del vehículo porque con ellos el conductor podrá ver la carretera en la oscuridad o en condiciones de escasa visibilidad.
Estas luces se enfocan hacia el frente y se pueden utilizar en varios modos: luz de carretera, de cruce y luces de posición. Igualmente, podemos encontrar faros de coche con luz de día y giratorios.
Y es que las luces, tanto faros como pilotos, son extremadamente importantes para la seguridad del tráfico, ya que también hacen posible que los demás conductores puedan ver el coche a gran distancia.
Cuanto más moderno sea el faro delantero del coche, más nivel de seguridad te ofrecerá gracias a una mejor iluminación.
Dicho esto, si el precio no es un inconveniente y estás buscando una calidad y eficiencia sin igual, los faros LED son la opción perfecta. Sin embargo, los faros HID y los halógenos también son una buena propuesta, a precio más accesible, y te guiarán de manera
precisa por la carretera.
En la actualidad, se pueden encontrar diversos tipos de faros de coche, como:
Estas son las luces para coches más comunes que hay. Cuentan con una de las tecnologías más veteranas, además de un proceso de fabricación sencillo, razones por las que son las más económicas que podemos encontrar.
El halógeno es muy similar a la bombilla tradicional de filamento, con la particularidad de que en el interior tiene un gas que le permite aumentar su capacidad lumínica.
A pesar de que son la opción más barata, tienen la desventaja de que cuentan con una vida útil inferior a las 500 horas.
Estos faros tienen un funcionamiento y una construcción diferente. Están compuestos por electrodos que generan electricidad, la cual calienta el gas xenón que se encuentra en la ampolleta. Utilizan el mismo mecanismo que el de un tubo fluorescente convencional.
Esta iluminación es capaz de dar hasta tres veces más potencia lumínica que las luces halógenas, con la ventaja de que emplean menos potencia consumida. Sin embargo, como es de esperar, tienen un precio algo más caro, aunque hay que considerar que su vida útil se triplica con respecto a la halógena.
Al principio, esta tecnología se introdujo para los faros pilotos traseros del coche y los intermitentes. Los leds se basan en la unión de varios diodos de luz de un tamaño muy pequeño si se comparan con otras alternativas.
Las ventajas más notorias de estas luces es que tienen muy poco peso y la capacidad de ser instaladas de casi cualquier forma, tienen un consumo extremadamente reducido y además cuentan con una vida útil de hasta 10.000 horas.
Tras ser encendidas, son capaces de emitir una capacidad lumínica máxima casi de inmediato, e incluso cuentan con la funcionalidad de ser “luces adaptativas”, lo que reduce o aumenta la intensidad lumínica según las condiciones de la carretera y la visibilidad en general.
Esta es la última novedad empleada en iluminación en los coches. Estas luces son capaces de crear ópticas considerablemente más pequeñas y de una forma más eficiente, debido a que tienen un consumo 30 % menor con respecto al resto de alternativas.
Estos nuevos faros de coche pueden iluminar hasta 600 metros de distancia, prácticamente el doble que los faros led de coche. Son unas ópticas de gran fiabilidad y por ende larga vida útil, incluso bajo condiciones extremas donde la visibilidad es muy reducida.
El precio de estos faros es muy elevado si se compara con el de los halógenos o los de xenón. Además, si llegan a presentar un fallo es muy probable que haya que cambiar la óptica entera, lo cual los encarece todavía más.
Elegir qué faro de coche comprar no es una tarea fácil, puesto que actualmente existen una gran variedad de combinaciones de tipos de luces y bombillas, además de otros aspectos a tener en cuenta en la compra:
A pesar de que esto parece básico, la realidad es que muchas personas se equivocan al determinar cuál es el lado izquierdo y el derecho de un coche. Sin embargo, es muy sencillo: el lado corresponde al que vería el conductor del coche desde dentro. Es decir,
el lado izquierdo del coche es el del piloto.
Es determinante saber qué tipo de bombilla utiliza nuestro faro, que suele empezar con la nomenclatura H, H4, H1 o H7, entre otras. En cualquier caso, responde a la forma de la bombilla. Por lo general, los faros principales tienen dos, que deben corresponder con la descripción del fabricante.
En ciertos modelos de faros esto es algo muy llamativo. Los faros pueden ser de fondo negro, gris, cromado o algún otro. Si cambias los dos faros no habrá ningún problema, pero debes prestar atención si cambias uno solo y no escoges el color correcto, ya que no harán juego y no quedará bien.
Los faros, como cualquier otra parte del coche, se van deteriorando y ensuciando con el pasar del tiempo, en especial si no les das un mantenimiento adecuado, por lo que recomendamos:
Seguramente quieras ponerte de inmediato a limpiar los faros, pero antes de eso te recomendamos lavar primero muy bien tu automóvil y ya después, pasar a los faros.
Luego, enmarca bien los alrededores del faro. Para eso puedes utilizar cinta de pintor o algo que no tenga un adhesivo excesivamente fuerte.
Una vez realizados los pasos anteriores, puedes limpiar los faros al detalle. Para eso puedes usar pasta de dientes, jabón y lija suave o productos especiales para dicho fin.
Si llevas tiempo queriendo comprar faros o pilotos de coche, ya sean traseros o delanteros, ten presente que, en Autotic, nos caracterizamos por ofrecer a nuestros clientes tanto piezas originales como las piezas equivalentes más económicas, de la mejor calidad y con los mejores acabados. Sin importar la marca de tu coche, con nosotros podrás conseguir ese faro que tanto andas buscando.
En Autotic contamos con una de las marcas más reconocidas y con mayor renombre de faros de coche en España a precios sorprendentes: IPARLUX. Es una empresa española que cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector, lo que le ha permitido diseñar productos de alta calidad, con acabados de primera y a precios accesibles.
Por lo general, los elementos de sujeción de los faros son los que se desgastan y se rompen con el tiempo, de tal manera que las reparaciones más frecuentes consisten en restaurar el estado de estos elementos de sujeción. Ten en cuenta que para reparar el reflector este primero debe ser frotado y pulido. Si quieres reparar el recubrimiento del espejo, primero hay que quitar el material de las paredes de la carcasa y, posteriormente, aplicarle un desengrasante para que se le pueda dar el nuevo recubrimiento.
En aquellos casos en los que gran parte del faro está dañado, lo mejor es optar por reemplazarlo de la siguiente manera:
1. Quitar por completo la rejilla del radiador, eso dará un fácil acceso al faro.
2. Desenroscar los pernos que sujetan el faro por los dos lados.
3. Sacar con cuidado la pieza que está dañada.
4. Quitar el faro del soporte y proceder a desconectar los cables de la bombilla.
5. Instalar un nuevo faro, realizando los pasos anteriores, pero en orden inverso.
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