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Se trata de un sistema de fijación que funciona según el principio del pulsador.
Las cabezas se deslizan unas sobre otras hasta que se anclan entre sí por la presión.
La adhesión óptima se consigue sólo después de que hayan encajado en su sitio.
La cinta de velcro se puede unir en cualquier dirección longitudinal y transversal, se puede cerrar con ella misma y, por tanto, representa un "sistema de cierre de una sola banda".
Los materiales a pegar son muchos plásticos y películas de plástico, metal, madera, piedra, cerámica, vidrio y piezas pintadas.
Otras características del producto:
- conexión controlable e invisible desde el exterior
- cierre reutilizable
- No hay trabajos engorrosos con tornillos o remaches
- No hay agujeros visibles que afecten al aspecto visual de una superficie